Niño ajeno

Pequeño niño, ajeno a tu mundo, desterrado de tu destino
esperas en medio de la soledad que una mano te saque del cemento
almas en pena pasan frente a ti
sin mirar, sin sentir
son cuerpos vacios inmersos en si mismos
no es su culpa
tuya tampoco.

Pequeño niño, exiliado de tu torre de cristal
arrancado de tu pureza y de tu ingenuidad
aprendiste a correr en medio de la jungla
aprendiste a esconderte de las fieras salvajes
aprendiste a no sentir el dolor
olvidaste llorar y tu corazón se volvió duro
duro como un diamante.

Fuiste lanzado, dejado a tu suerte
te quitaron tu inocencia
te culparon por nacer
obligado a mentir, a destruir
a ser adulto
a luchar por tu vida
una vida nueva y sin rumbo.

No te rindas pequeño niño ajeno
ajeno a todos, ajeno a ti mismo
no te dejes vencer ante la soledad
tu destino es más grande que tus límites
está en ti cambiar el rumbo
no chocarás contra el suelo
y volarás más allá del sol.

Niyenna